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El cultivo en maceta de plantas como la trompeta del juicio, la
margarita de verano o la yuca constituye una de las actividades más atractivas de la jardinería. Sin embargo, los cuidados que requieren este tipo de plantas no siempre son sencillos. Espero informar de manera concisa y clara acerca de las medidas que deben aplicarse para disfrutar de los cultivos en maceta, atendiendo a los nuevos conocimientos y experiencias dentro de este campo.

martes, 3 de febrero de 2009

Camelia

Es difícil calcular cuántas variedades de esta planta teácea hay en el mundo, aunque los expertos dicen que más de 10.000. Las flores blancas, rosas, rojas o multicolores pueden ser simples, semidobtes o dobles y de 5 a 16 cm de tamaño. Hace algún tiempo, cuando se descubrió en China una camelia amarilla, el acontecimiento cayó como una bomba en los círculos especializados: la C. cbtysantba, cuya flor tiene 3 cm de diámetro, flores simples, de color amarillo yema y un cáliz anaranjado.

En América, se están haciendo esfuerzos por multiplicar la especie silvestre mediante el cultivo de tejidos. Pero hasta que la planta salga al mercado deberán pasar algunos años de pruebas todavía. Para los jardineros aficionados son significativas sobre todo sus descendientes y los cultivos de la C. japónica^ seguida de los híbridos «Williamsii». Las demás variedades de híbridos y las especies puras, con sus correspondientes instalaciones para su cultivo sólo están al alcance del experto y apenas se encuentran en las floristerías.

He aquí algunas variedades de la C. japónica ordenadas por colores:

Blanca:
  • 'Eíegans Champagne', irregularmente doble
  • Timbriata Alba', doble, una variedad muy antigua
  • 'Marterhorn', doble
  • 'Noblissima', irregularmente doble, una variedad muy antigua
  • 'Silver Waves', semidoble, de gran floración
  • 'Yukumi Guruma', simple, una variedad muy antigua
Rosa:
  • 'Cheryll Lynn', doble, de gran floración
  • 'Chandleri Eíegans', simple, variedad antigua
  • 'Frau Minna SeideT, doble, variedad muy antigua
  • 'Gloire de Nantes', semidoble, variedad antigua
  • 'Hagoromo', semidoble, variedad muy antigua
  • 'Hawaíi', irregularmente doble
  • 'Nuccio's Carneo', completamente doble
Roja:
  • 'Alexander Hunter', simple
  • 'Apollo', semidoble, variedad antigua
  • lBob Hope', semidoble
  • 'Eximea', completamente doble
  • 'Gñilio Nuccio', semidoble
  • 'Lady Campbell', irregularmente doble, antigua variedad
  • 'Mathotiana', completamente doble, antigua variedad
  • 'Rubra', simple, antigua variedad
  • 'Scarlet Glorv', semidoble
Multicolor:
  • 'Can Can', rosa claro, jaspeado, irregularmente doble
  • 'Daikagura', rosa claro, con manchas blancas, semidoble, antigua variedad
  • 'Einmet Pringad1, rojo-blanco, con manchas irregulares, simple
  • 'Tricolor', rojo-blanco estriado con estambres amarillos, semidoble
Híbridos «Williamsii»:
  • 'Ballet Quenn', rosa salmón, irregularmente doble
  • 'Boven Bryant', rosa oscuro, semidoble
  • 'Debbie rojo malva, irregularmente doble
  • 'Donation', rosa con una nervadura más oscura, semidoble
  • 'Fredomm Bell', rojo claro, simple
  • 'Goklen Sprangies', rosa, simple
  • 'Water Lily', rosa claro, completamente doble
No se dice sin razón que las camelias son difíciles de contentar. Pero esto no significa que un intento de cultivarlas en maceta esté condenado de antemano al fracaso; sólo hay que tener en cuenta algunas particularidades. Las camelias necesitan una humedad ambiental relativamente alta; por debajo de un 60% es crítico, porque se secan los brotes y se caen. La humedad —y no ios frecuentes cambios de emplazamiento— es la verdadera causa del «mal comportamiento» de las camelias. Las plantas recién compradas no deben colocarse directamente a pleno sol, sino en un lugar sombreado y muy húmedo. Más tarde toleran temperaturas entre los 16 y 20 °C con una humedad ambiental de un 60 % o superior. Una frecuente pulverización o riego de las hojas con agua blanda y templada es siempre muy recomendable. El agua calcárea es, a la larga, mortal.

Después de la floración, que se prolonga desde el otoño tardío hasta la primavera, las plantas necesitan más luz, aunque no deben exponerse al intenso sol del mediodía. A partir de la aparición del brote hay que abastecerlas de nutrientes con la mitad de una dosis de abono de flores o de azalea. Siempre es mejor menos que demasiado. Tan pronto las heladas dejen de ser una amenaza, las plantas se colocan en un lugar no muy luminoso al aire libre o se entierra el tiesto hasta el borde en el suelo. Si la habitación está demasiado caldeada, difícilmente florecerán. En ese caso, se vuelve a abonar y se procura que las raíces tengan una humedad moderada. A partir de finales de mayo (según variedades), con la aparición de los primeros brotes, se debería interrumpir el abono y limitar el riego. En septiembre u octubre se debe retirar parte de los numerosos brotes, una tarea de la que hasta ahora también se ocupa la camelia por sí misma, desprendiéndose de ellos.

Es importante que haya una elevada humedad ambiental en el momento en que las flores vayan a abrirse. La camelia en plena floración puede permanecer tranquilamente un cono espacio de tiempo en una sala caldeada. Si es necesario, se trasplanta después de la brotación de los vastagos, pero no más tarde de finales de junio. La poda sólo se recomienda en las plantas jóvenes para conseguir una mejor ramificación.
Habría que vigilar regularmente una posible aparición de ácaros.

Emplazamiento: en verano en un lugar umbrío al aire libre; en lugares muy fríos y para variedades muy sensibles puede resultar aconsejable cierta protección invernal.
Riego: con agua sin cal, mantener siempre moderadamente húmedo; con la aparición de los brotes reducir el riego, pero no suprimirlo.
Abono: desde que la planta empieza a brotar hasta que salen los botones de las flores durante la primavera, cada semana con media dosis de un abono nitrogenado. El apoyo con abonos férricos (quelato de hierro) resulta del todo recomendable a lo largo del año, particularmente si regamos con aguas de pH elevado o muy calcáreas, para evitar el amarilleamiento de las hojas que se conoce como clorosis férrica.
Alojamiento invernal: hasta que se abran las flores en un lugar fresco, entre los 2 y 8 °C; durante la floración entre los 15 y 18 °C; durante periodos cortos, también más cálido.
Multiplicación: por esquejes en verano con una temperatura del suelo de aproximadamente 25 ºC.

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