Bienvenidas

El cultivo en maceta de plantas como la trompeta del juicio, la
margarita de verano o la yuca constituye una de las actividades más atractivas de la jardinería. Sin embargo, los cuidados que requieren este tipo de plantas no siempre son sencillos. Espero informar de manera concisa y clara acerca de las medidas que deben aplicarse para disfrutar de los cultivos en maceta, atendiendo a los nuevos conocimientos y experiencias dentro de este campo.

sábado, 28 de febrero de 2009

Lotus

El parentesco de esta leguminosa con una temida mala hierba es sorprendente debido precisamente a las grandes diferencias externas que hay entre ellas. El L. berthelotü es un arbusto rastrero, originario de las Islas Canarias y de Cabo Verde, con largos vastagos cuyas hojitas en forma de hebras recuerdan de lejos al espárrago ornamental. Las flores rojo luminoso que se presentan juntas en las puntas de los vastagos se parecen a las lenguas de las llamas. Las variedades amarillo sanguíneo son algo menos vistosas, pero merece la pena recomendarlas si se aspira a conseguir una flora exuberante mezclada en un macetero colgante o en recipientes altos. El hatos resulta igualmente atractivo como planta baja al lado de otras plantas de maceta de tronco alto como la Datura, provocando contrastes especialmente llamativos con el Plumbago, de flores azules.

En el cuidado exige ciertas atenciones, sobre todo con respecta al riego. Es muy sensible a la sequía, respondiendo a la carencia de agua con la caída de las finas agujas de sus hojas, una circunstancia que merma su aspecto, a pesar del nuevo brote.

El abastecimiento regular con un abono líquido es igualmente importante, ya que el Lotus es una «devoradora de abono». Dado que la planta sólo florece cuando está a pleno sol, en verano debe regarse con regularidad y controlar constantemente la humedad del suelo.

Emplazamiento: completamente soleado; a la sombra sólo obtendremos un follaje en filigrana,
plateado y brillante.
Riego: bastante abundante, no dejar nunca que se seque.
Abono: cada semana, con un abono completo líquido.
Alojamiento invernal: luminoso y fresco, entre los 5 y 8 °C.
Multiplicación: por esquejes de punta en primavera.

Leptospermum

En las floristerías esta mirtácea procedente de Australia y Nueva Zelanda se vende frecuentemente como planta de tiesto para interior, ya que florece siendo un ejemplar joven. El cultivo en una jardinera en la ventana no es recomendable, puesto que este arbolito o arbusto perenne con flores blancas, rosáceas o rojas, tiene unas necesidades muy cambiantes. En la primavera y el verano requiere mucho sol pero también mucho aire fresco y humedad. Dado que debe cobijarse preferentemente en un lugar luminoso y fresco, el alojamiento ideal para el leptospermum es un jardín de invierno moderadamente templado. Junto a esta fainilia, hay múltiples variedades con flores grandest algunas de ellas también dobles y en diferentes colores, semejantes 3 las agujas del follaje, y variantes respecto a la forma y el tamaño de su crecimiento habitual.

Emplazamiento: cálido y soleado.
Riego: todo el verano en abundancia con agua pobre en cal, en invierno únicamente mantener las raíces húmedas.
Abono: de la primavera hasta el otoño, cada dos semanas con abono de flores o de azalea pobre en cal.
Alojamiento invernal: luminoso v fresco, entre los 4 y 10 °C.
Multiplicación: por esquejes de punta desde marzo o abril hasta agosto.

viernes, 27 de febrero de 2009

Laurel

Los aficionados a las plantas siempre se sorprenden de lo caro que es un laurel cuando se adquiere en una floristería o en un centro de jardinería. Pero su relativo alto precio está completamente justificado, dado que el cultivo de esta laurácea perenne de lento crecimiento es difícil y exige tiempo, si Iíicn aún requiere más esfuerzo cuando se trata «le conseguir arbolitos o pirámides. Como planta de maceta, habría que darse por satisfecho con ver crecer esta mata tan decorativa tanto al sol como a la sombra, gracias a sus gruesas hojas verde oscuro que pueden cortarse según nuestras necesidades para emplearlas en la cocina —exclusivamente la hoja—. Otras interesadas en esta planta son las cochinillas, pero no deberían combatirse con sustancias químicas, aunque desgraciadamente se extiendan por la planta a menudo. Aparte de esto, el laurel difícilmente puede ser víctima de errores; lo único importante es no dejar nunca que el sustrato se seque completamente y menos aún durante el periodo en que brota, ya que las hojas jóvenes y los vastagos ya no se recuperarían.

La etapa de alojamiento invernal «le este arbusto se limita a un tiempo mínimo; siempre que se cultive en lugares con un clima suave no resulta excesivamente difícil, ya que al igual que la La-gerrtroemia tolera temperaturas inferiores a los 10 °C bajo cero. Asimismo, el cepellón no sufre daños si se congela temporalmente. Por lo tanto, se puede esperar basta que amenazan las heladas prolongadas para albergarlo. De todos modos, en nuestro país, sólo los lugares muy fríos en invierno no le convienen.

Emplazamiento: tanto soleado como umbrío.
Riego: mantener siempre ligeramente húmedo, evitar la sequía.
Abono: hasta agosto, cada semana; disueltu en agua posee un efecto especialmente favorable.
Alojamiento invernal: al extenor, salvo lugares de heladas muy fuertes.
Multiplicación: por esquejes de punta en la primavera aunque no hay seguridad de que broten, ya que la mayoría de las veces el enraizamiento es dudoso. iVlucho mejor por semillas, que germinan con facilidad.

Lantana

Estas verbenáceas, con sus umbelas de flores violeta rojizo, amarillo o blanco o los tres colores combinados en el extremo del vastago, son especialmente atractivas cuando se cultivan como planta de tronco alto. Una característica peculiar de esta planta es que, con el paso del tiempo, las flores cambian de color, de amarillo a naranja, por ejemplo, o de un rcjsa suave a un rojo intenso. Tan pronto aparecen los frutos de baya verdes, que luego se tornan rojos, hay que retirarlos para no mermar la floración posterior, Las flores colgantes brotan durante todo el verano si los días y las noches son cálidos y el sol despliega toda su fuerza. Por eso lo más importante para la lantana es un lugar completamente soleado.

Aparte de esto, la lantana no tiene grandes pretensiones y sus exigencias respecto al agua y nutrientes son modestas. En el momento de cobijarla en invierno se podan intensamente los vastagos, y luego se coloca junto a otros pequeños arbustos en un lugar oscuro del sótano, en los lugares donde hiela. En zonas templadas, sin heladas, pueden pasar el invierno al exterior. En veranos calurosos pueden acarrear problemas la mosca blanca y los ácaros.

Emplazamiento: completamente soleado.
Riego: mantener siempre moderadamente húmedo.
Abono: hasta agosto, cada 14 días.
Alojamiento invernal: después de una intensa poda, un lugar oscuro entre los 6 y 10 °C en los lugares fríos. Si puede vivir en el exterior, podaremos cuando desaparezca el riesgo de heladas.
Multiplicación: por esquejes de punta en la primavera, después del brote.

Lagerstroemia, Árbol de Júpiter, Júpiter

Perteneciente a la familia de las litráceas, en muchos países mediterráneos es un arbusto habitual en nuestros jardines. Los inviernos duros no son preocupantes en este caso, ya que las lagerstroemias toleran sin dificultad temperaturas inferiores a los 10 °C bajo cero, y ni siquiera un cepellón congelado es capaz de matar una planta adulta. En países con veranos cortos, estas plantas sólo consiguen una soberbia floración bajo circunstancias favorables, ya que sus flores se presentan sólo a finales de julio o en agosto y únicamente salen si hasta entonces ha habido sol y calor. De otro modo, las plantas se malogran y en el mejor de los casos sólo experimentan una floración de consuelo, tardía, que merma muy rápidamente un otoño prematuro. Las lagerstroemias son tan dependientes como tas adelfas de la situación climática. Con todo, la opulencia de las flores blancas, rosas, amarillas o rojas que se forman en los vastagos difícilmente son equiparables a las de otras plantas de maceta.

En los jardines mediterráneos pueden vivir tranquilamente al exterior durante todo el año; se poda con intensidad moderada a la salida del frío, ya que florece sobre las ramas que brotan esa misma primavera. Como emplazamiento sólo hay que contar con el lugar mis cálido y soleado posible, preferentemente en una pared orientada al sur donde refleje el calor. Las exigencias de agua y nutrientes son moderadas.

Emplazamiento: completamente soleado, cálido y protegido.
Riego: mantener uniformemente húmedo.
Abono: hasta agosto, cada 14 días.
Alojamiento invernal: oscuro, entre los 4 y 8 °C.
Multiplicación: por esquejes de punta en verano.

jueves, 26 de febrero de 2009

Iocroma

La gama de solanáceas apropiadas como plantas de maceta fue enriquecida en los últimos años por las iocromas, que se ofrecían a menudo en los centros especializados. El efecto óptico de las flores acampanadas de color violeta, azul o malva que se asientan en los extremos de los vastagos formando racimos no es menos espectacular que las que se presentan en las ilustraciones de los catálogos. El aspecto de la hebroma es muy vistoso, con sus vastagos delgados y quebradizos ciertamente algo desordenados. En un alojamiento invernal fresco y luminoso, este arbusto procedente de América del Sur florece desde el verano hasta el otoño. Después de la floración puede podarse intensamente.

Emplazamiento: soleado hasta semiumbrío.
Riego: todo el verano abundantemente.
Abono: hasta septiembre, cada semana.
Alojamiento invernal: luminoso, entre los 6 y 12 °G
Multiplicación: por esquejes herbáceos especialmente de ejemplares ricos en flores.

Hibisco, Rosa de China, Cardenales

El numero de híbridos que apadrina esta malvácta es inabarcable; cada año se añaden nuevas variedades, y las flores —en blanco, amarillo, naranja y en todas las tonalidades de rojo, incluso bicolores, simples y hasta dobles— son cada vez mis grandes. Dado que casi siempre estas plantas se venden en las floristerías cuando están en flor, puede elegir la que le guste mis.
Las plantas añosas se podan intensamente después del frío, pues, de otro modo, los arbustos crecen desplegados y no desarrollan una buena ramificación; las plantas jóvenes cultivadas por uno mismo deben despuntarse de ve/, en cuando. Como norma general, el principiante no debería emplear ningún producto específico, como hace el profesional para conseguir que su crecimiento sea escaso y tupido. No obstante, estos productos también pueden ser motivo para no desear proseguir con el cultivo de una planta comprada: los reguladores de crecimiento a menudo surten electo a lo largo de varios años.

Un descanso invernal en un lugar luminoso y moderadamente cálido es aconsejable para su posterior floración. La planta puede alojarse también en una habitación cálida, siempre que se le procuren los cuidados de costumbre, es decir, riego regular y abono ocasional.

Emplazamiento: plenamente soleado.
Riego: todo el verano en abundancia, pero hay que evitar siempre el eneharcamiento.
Abono: desde que ha brotado por completo hasta agosto, cada semana.
Alojamiento invernal: lo mejor es un lugar luminoso entre 14 y 16 °C; también tolera el calor de la sala si hay suficiente luminosidad; en este caso hay que seguir regándola y abonarla ocasionalmente. AI exterior en lugares sin heladas; son más resistentes las variedades de flor roja y simple.
Multiplicación: por esquejes de punta en primavera y verano o también por semillas. Las semillas de híbridos de los hibiscos de pantano, de flores gigantescas, los H. mosebeuto, se venden también en los comercios especializados. No obstante es difícil conseguir que estos arbustos florezcan cuando los veranos son cortos.

Hedychium

El hedychium se cuenta entre las pocas plantas vivaces de maceta de entre las que estamos tratando en este libro; son características sus espigas de flores amarillo oro de medio metro de largo, Son muy aromáticas y producen un efecto especialmente atractivo con sus extraños estambres erguidos de color rojizo. Desgraciadamente, la floración se presenta bastante tarde, a saber, en agosto, pero luego se prolonga hasta el otoño. Sus hojas relativamente anchas, de hasta 50 cm de largo, aumentan el encanto de esta cingiberácea fácil de cuidar. Debe pasar el invierno en un lugar fresco y oscuro, después de haber podado el follaje a ras de suelo. Tan pronto empieza a hacer suficiente calor en la primavera se produce un nuevo brote del cepellón de las raíces. En el hedychium, los problemas de enfermedades y parásitos son muy poco frecuentes.

Emplazamiento: soleado o ligeramente umbrío.
Riego: todo el verano en abundancia, en invierno preservar el sustrato lo justo de la sequía.
Abono: todo el verano; hasta septiembre, cada semana.
Alojamiento invernal: oscuro, entre los 4 y 10 °C.
Multiplicación: por partición.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Roble australiano

Como árboles perennes, esta proteácea alcanza más de 50 m de altura en Australia, de donde es autóctona, mientras que en maceta en raras ocasiones alcanza más de 2 m. £1 desmoche de los ejemplares que se hayan hecho demasiado grandes sólo se recomienda en casos excepcionales, dado que puede conducir a un crecimiento desproporcionado.

G. robusta es una planta verde muy decora uva y especialmente vistosa por sus hojas plúmeas que alcanzan hasta 20 cm de largo. Sin duda requiere atenciones continuas, especialmente con respecto al abastecimiento de agua. La tierra de la planta no debe estar ni encharcada ni seca. Es conveniente prestar un esmerado cuidado a la Grevilíea si pasa el invierno en un lugar fresco y luminoso. Por norma general, el calor de la vivienda no le sienta bien.
La decoloración de las hojas puede obedecer a una carencia de oligoelementos que se subsana con un abono especial.

Emplazamiento: semiumbrío, protegido del fuerte sol del mediodía.
Riego: constante, pero una humedad moderada es indispensable.
Abono: de la primavera hasta finales del verano, cada semana.
Alojamiento invernal: luminoso, entre tos 6y 12 °C; si fuese necesario, también soporta el calor de la vivienda, con tal de que haya mucha luz; en un alojamiento fresco y oscuro pierde el follaje. pero la mayoría de las veces vuelve a brotar de nuevo.
Multiplicación: por semillas; los esquejes semima-duros, provistos de una protección de cristal o una película aislante, necesitan casi siempre varios meses hasta que echan raíces.

Gardenia

Las hojas brillantes verde oscuro y resistentes, así como las deslumbrantes flores dobles y aromáticas de color blanco que se forman en los extremos de los vastagos son el distintivo de esta rubiá-cea. Se trata de un conocido arbusto de jardín en lugares no demasiado fríos. La floración se presenta en verano y en otoño, de ahí que se recomiende albergar la planta en el momento adecuado en un lugar luminoso y no demasiado caldeado para que puedan abrirse los brotes existentes.

Dado que una elevada humedad ambiental favorece la floración, es conveniente colocar el recipiente en un pedestal con agua o introducirlo en turba húmeda. Cuando las gardenias están en flor se debería evitar pulverizarlas o rociarlas, ya que de otro modo se pueden formar manchas de agua que afean la planta. La temida coloración amarillenta de las hojas obedece a una gran diferencia entre la temperatura del aire y la del suelo, o a un encharca-miento del recipiente. £1 agua calcárea provoca este tipo de daños y por ello no debería emplearse desde un principio. El cuidado de la gardenia exige un poco de tacto.

Emplazamiento: semiumbrío.
Riego: con agua blanda, a temperatura ambiente en invierno y mantener el sustrato siempre uniformemente húmedo.
Abono: sin cal; de la primavera hasta finales del verano, cada semana.
Alojamiento invernal: luminoso, entre los 12 y 15 °C.
Multiplicación: por esquejes a una temperatura del suelo de aproximadamente 25 °C y una elevada humedad ambiental al mismo tiempo; preferentemente en bancales de multiplicación.

Fucsia, Pendientes de la reina

La multiplicidad de especies y variedades de este género es tan extensa que algunos autores se han dedicado exclusivamente a esta nnagrácea. A grandes rasgos pueden distinguirse las fucsias que crecen verticalmente y las colgantes que, por sus vastagos largos sin podar, son especialmente apropiadas para jardineras y lugares donde puedan pender.

Las fucsias admiten la poda y pueden formar un tronco alto. Uno mismo puede realizar esta tarea, dejando crecer un solo vastago de la planta joven hasta la altura deseada, retirando los laterales con asiduidad y recortando las ramas de la copa. Aunque también hay híbridos que toleran la intensa luz solar, siempre es más conveniente un lugar ligeramente umbrío; el calor estival no les conviene, pues merma su salud y su capacidad de floración.

Emplazamiento: semiumbrio hasta umbrío.
Riego: en abundancia en verano.
Abono: hasta agosto, cada semana.
Alojamiento invernal: luminoso u oscuro, entre los 6 y 8 °C.
Multiplicación: por esquejes herbáceos de punta.

martes, 24 de febrero de 2009

Higuera

En su estado silvestre, este árbol originario del área mediterránea y de Asia occidental alcanza hasta 10 m de altura. En lugares de inviernos suaves a menudo se ve crecer a las higueras junto al espaldar del muro de una casa. Si se hiela la parte de la superficie a causa de una intensa helada, el árbol muy probablemente pierda su belleza por de pronto, pero siempre se puede contar con un nuevo brote. En caso de que se repitieran estas mismos condiciones climáticas varias veces seguidas la llamativa higuera se malograría por completo.

Contrariamente a los eucaliptos de interior, el F. carica pierde su follaje, por ello puede alojarse en el invierno en un lugar fresco y oscuro. Los diminutos frutos que se forman en otoño y que sólo estarán maduros al año siguiente, casi nunca superan los meses de frío en un invernadero, de manera que difícilmente se puede contar con cantidades dignas de mencionar, al menos cuando se cultiva en maceta y por este procedimiento. En caso de cultivarse al exterior, la planta puede fructificar con normalidad. No obstante, sus grandes hojas lobuladas son motivo suficiente para considerar a la higuera como una atractiva planta ornamental.

Emplazamiento: soleado hasta ligeramente umbrío.
Riego: todo el verano en abundancia.
Abono: hasta agosto, cada semana.
Alojamiento invernal: oscuro, entre los 2 y 8 °C.
Multiplicación: por esquejes o acodo.

Aralia

Como planta de interior, esta araliácea perenne, originaria de Asia oriental, puede alcanzar un tamaño impresionante y en una maceta espaciosa puede convenirse en una atractiva planta de hasta 4 m de altura. Si está en un lugar al aire libre, los tronquitos deberían sujetarse a una vara para asegurarlos frente a un golpe de viento. Las plantas de gran tamaño necesitan también una gran cantidad de agua y abono. No tolera la sequía.

Así como la variedad de hojas verdes puede atojarse en invierno en un lugar bastante fresco (y luego sólo requiere mantener la humedad), las de hojas coloreadas necesitan unos 15 °C o más para pasar los meses fríos. Las hojas, grandes y decorativas, se lavan de vez en cuando con una esponja.

Emplazamiento: semiumbrío hasta umbrío.
Riego: todo el verano en abundancia.
Abono: hasta septiembre, cada semana.
Alojamiento invernal: luminoso, entre los 8 y 12 °C; la variedad de hojas coloreadas, por lo
menos a 15 °C.
Multiplicación: por semillas, esquejes o acodo aéreo.

Eucalipto

El eucalipto, característico de Australia, es uno de los árboles de mayor crecimiento que se conocen: algunos ejemplares alcanzan más de 150 m. Dado que la mayoría de las especies que se adquieren como plantas de maceta crecen muy rápidamente y algunos años después se salen del recipiente, hay que contar de antemano con que habrá que separarse de la planta.
El E. giiimii y el E, mpophila, que bajo circunstancias favorables puede tolerar hasta los 10 "C bajo cero o más, se pueden plantar al aire libre en el jardín y esperar que resista los inviernos. Esta mirtácea perenne presenta dos particularidades: por un lado, las hojas del árbol joven y las del adulto son diferentes; por otro, el follaje —azul verdoso o azul plateado— se orienta hacia la luz. El E. gunnii, que tolera la poda, puede conservar sus bonitas y redondeadas hojas del estado juvenil algún tiempo, siempre que se retiren los viejos vastagos; hay otras especies que no se podan.

Entre las plantas de maceta más atractivas de esta especie se cuenta E. glokulus, el eucalipto más común, con hojas de color azul verdoso que se tornan blancas en el árbol adulto; el arqueado ra-
fia maceta Ú Eucaiyptus no crece tanto; no obstante es una atractiva planta ornamental de hoja.
Ilaje colgante del E. ntpophila está teñido de azul plateado.

Aunque siempre se dice que el Eucaiyptus tolera la sequía, es mejor no poner a prueba su aguante, sino regarlo en abundancia. Dado que el sustrato de la maceta se seca con rapidez, debe regarse cada día de forma intensa en verano. Esta alta necesidad de agua se explica por sí sola sabiendo que el E. glóbulos, por ejemplo, se planta como drenaje natural para desecar pantanos.

Emplazamiento: soleado, una ligera penumbra no le daña.
Riego: muy abundantemente con agua pobre en cal: la sequía provoca daños irreparables en tas hojas.
Abono: sólo ocasionalmente para no forzar el crecimiento.
Alojamiento invernal: luminoso y ventilado, entre los 2 y 10 °C.
Multiplicación: por semillas o esquejes que, no obstante, echan raíces con dificultad.

lunes, 23 de febrero de 2009

Platanero de Abisinia o Banano de Abisinia

Si usted cultiva por sí mismo esta musácea con semillas observara que la planta alcanza en el primer año una altura de 1 m. En África, su lugar de origen, sus pseudotroncos se elevan hasta los 14 m, mientras que sus inmensas hojas pueden ser de 1 m de ancho por 6 m de largo. Como planta de maceta, el platanero posee un aspecto vistoso que se sale de lo corriente por su imponente apariencia.

Sus necesidades respecto a humedad y abono son elevadas y la persona que tenga una Datura junto a su Ensete puede abastecer abundantemente a ambas plantas en la misma medida. El alojamiento invernal es un poco problemático, dado que el Ensete no debe estar en un lugar demasiado fresco, y prefiere una habitación luminosa a una oscura. La mayoría de las veces, los plataneros pasan los meses fríos en un alojamiento con escasa luz y luego sus hojas se secan. No obstante, mientras conserve el «corazón», casi siempre se puede contar con un nuevo brote.
Al exterior, sólo en lugares muy templados, libres de heladas.

Emplazamiento: soleado hasta semiumbrío.
Riego: mantener siempre húmedo.
Abono: cada semana, con un abono completo.
Alojamiento invernal: luminoso, entre los 10 y 15 °C
Multiplicación: fácil, por semillas o por división de mata durante la primavera.

Níspero japonés

Originariamente esta rosácea perenne no procede de Japón sino de China. Actualmente se cultiva en numerosos países templados para la obtención de sus frutos. Este gran arbusto o árbol de hasta ó m de altura en estado silvestre, nunca alcanza tales dimensiones en la maceta. Su atractivo radica en las hojas de 20 a 30 cm de largo, verde oscuro y cubiertas en el envés de un mantillo rojizo o gris.

Aunque el níspero tolera perfectamente la poda, esta operación no debería realizarse muy a menudo, ya que algún tiempo después se ramifica abundantemente. Dado que resiste hasta los 10 °C bajo cení, puede vivir tranquilamente al exterior en casi rodas panes, pero si se desea se puede trasladar a una habitación fresca y luminosa

Emplazamiento: soleado hasta semiumbríu.
Riego: moderado, siempre que la capa de tierra superior se haya secado.
Abono: hasta octubre, cada 14 días.
Alojamiento invernal: puede estar en el exterior.
Multiplicación: por semillas o esquejes que echan raices muv lentamente.

Ceibo, Cresta de gallo

Et nombre de esta leguminosa se deriva de la designación latina de «cresta de gallo», debido i quilas flores rojo carmín, de los largos racimos que se forman cada año en el extremo de los vastagos, recuerdan efectivamente a una cresta. En América Central y del Sur. su lugar de origen, la planta es fecundada porcolibrís, mientras que en las especies africanas, más difíciles de cultivar, el pájaro avispa asume esta tarea.

El ceibo no es exigente en sus cuidados, basta mantener la tierra de la maceta bien regada y abonarlo cada semana hasta finales de julio o principios de agosto, o con menos frecuencia incluso. Durante la etapa de floración estival no es conveniente la poda, puesto que se le privaría de sus flores de aparición repentina. Las tijeras sólo entran en acción en el momento en que pasan los fríos. Dado que, en su lugar de origen, los vastagos de flores anuales se secan de todos modos después de que forma el fruto, cuando se cultiva en maceta císti is sl- cortan a ras del tronco, y se coloca ta planta con un sustrato seco a ser posible en una sala fresca u oscura, donde se mantendrá completamente seco hasta la primavera. En lugares libres de heladas, puede pasar el invierno al exterior, disminuyendo la frecuencia e intensidad de bs riegos. Los nuevos brotes se desarrollan sorprendentemente rápido. Si está bien cuidado, el ceibo florece cada vez más con la edad.

Emplazamiento: completamente soleado y cálido.
Riego: mantener ligera pero uniformemente húmedo.
Abono: a partir del brote hasta principios de septiembre, cada semana o aún con menos frecuencia.
Alojamiento invernal: oscuro v seco, entre los ó y 8°C.
Multiplicación: por esquejes de punta después del brote o por semillas.

sábado, 21 de febrero de 2009

Drago

Cualquier visitante de Tenerife conoce los célebres y monumentales drago de la isla, con copetes parecidos a los de la Yucca y hojas tiesas en forma de espada. De la resina de la corteza se puede extraer un jugo rojizo, la sangre de drago, que encuentra aplicaciones en la industria cosmética.
Cuando se cultiva en maceta hay que esperar algunos años hasta que esta agavácea, verdaderamente parecida tanto en su aspecto como en las exigencias de cuidado a la cordiline, se convierta en un ejemplar decorativo y majestuoso. Los drago añosos, con sus espesas y ramificadas copas, causan un extraño efecto particularmente sugestivo.

Emplazamiento: soleado hasta semiumbrío.
Riego: mantener ligera e uniformemente húmedo. no tolera los encharcamientos.
Abono: en el periodo en que brota, cada semana; luego ya no es necesario.
Alojamiento invernal: luminoso y ventilado, entre los 4 y 10 °C; en un lugar bastante luminoso también tolera el calor de una sala. Llega a resistir hasta los 0 °C sin dañarse.
Multiplicación: por esquejes de punta, de tronco o semillas.

jueves, 19 de febrero de 2009

Trompeta del juicio

Desde mediados de los años setenta, cuando una importante revista de jardinería alemana daba a conocer por primera vez a sus lectores esta solanácea, la Datura experimentó un auge sin precedentes que se ha mantenido hasta hoy. Esto sólo se entiende porque ésta se cuenta sin duda entre las plantas para maceta más bonitas y espectaculares. A esto hay que añadir acaso que ios cuidados que precisa son poco problemáticos, muchos de los cuales se relacionan con la peliaguda cuestión del alojamiento invernal. Únicamente hay que regar y abonar de forma muy abundante, pero no dejan de ser exigencias que se pueden cubrir fácilmente.

Para los aficionados a las plantas, la toxicidad de Datura —a la que se ha aludido tantas veces— es mucho menos dramática de lo que con frecuencia se supone. Ciertamente, todas las partes de la planta contienen alcaloides tóxicos (las semillas en particular), pero tiene que consumirse en grandes cantidades para que causen efectos alucinógenos, náuseas y otros trastornos. Las partes más tóxicas de la planta, a saber, los frutos y las semillas, no suelen aparecer en cultivo. Probablemente, las judías verdes, ingeridas crudas, sean mucho más peligrosas para los niños pequeños.

Al aficionado a la jardinería —sobre todo al ex perro— le resulta difícil elegir por el nombre la especie o la variedad que le interesa entre el amplio surtido existente, ya que en ninguna otra planta ornamental se da una confusión tan grande en la ordenación botánica como en la Datura. Las jardinerías y el mercado exportador de plantas a menudo poseen su propia nomenclatura, distinta a las demás, donde los datos sobre las variedades se ilustran a menudo con nombres de pura fantasía como 'Tenerife' o 'Marrakesch'. Con nombre estrictamente botánico sólo figuran las especies o los híbridos D. áurea, D. x candida, D. rosei, D. sanguínea, D. suaveolens D. versicolor. En algunos casos, el género Datura se conoce también con el nombre de Brugmansia. Según Fritz Encke, un experto en plantas exóticas, la D. arbórea, que aparece siempre en las clasificaciones de plantas, ya no se cultiva. La misteriosa «Datura azul» que siempre es tema de conversación entre los círculos de aficionados, es auténtica. Supuestamente se trata de un descendiente de la D. stramoniwn, conocida como estramonio, que se encuentra en estado silvestre sobre todo en escombreras y escoriales. Las flores aromáticas, de 10 a 12 cm de largo que crecen erguidas, están teñidas más o menos intensivamente de color lila azulado, mientras que su cáliz es blanco crema, Las variedades arbustivas, y sólo éstas, son aptas para el cultivo en maceta.

Sus flores colgantes o laterales son completamente blancas, anaranjadas o rosa y con frecuencia despiden un aroma casi narcótico. D. suaveolens, la trompeta del juicio auténtica, yergue lateralmente sus flores de trompeta —que penden con el calor del día— al atardecer. En esos momentos, e! olor es tan intenso que puede provocar dolor de cabeza, especialmente tratándose de las variedades blancas con cálices dobles y colgantes en largos tallos. También presentan grandes diferencias en su aspecto, en las características de crecimiento, así como en la forma y tamaño de la hoja. Las variedades rosadas de la D. swtveolenst con flores de trompeta de 30 cm de largo, tienen un crecimiento especialmente rápido y muy frondoso.

Cuando se descuidan sus necesidades, todas las Datura se convierten en plantas «de comportamiento desordenado». Dado que las flores individuales que aparecen durante todo eí verano a ráfagas se conservan poco y penden lánguidas y mustias, se deben retirar ks que están marchitas. Asimismo, un corto periodo de sequía puede conducir a que las hojas se mustien inmediatamente, aunque su aspecto es peor de lo que es en realidad, ya que después del riego el follaje se endereza rápidamente otra vez. Esta circunstancia es casi perceptible a la vista. Puede suceder que parte de estas hojas se caigan después, pero es un fenómeno natural que no perjudica su desbordante vegetación, mientras se vigilen estas pérdidas.

Respecto a los parásitos, pueden presentarse pulgones que carcomen los bordes de la hoja con su aparato chupador, pero sobre todo chinches. Los daños que causan en la Datura pueden denominarse como característicos y se distinguen en que éstos perforan activamente las hojas. Las chinches atacan la planta en el momento en que brota, o sea, cuando las hojas están todavía enrolladas en estado larvario; cuando los daños se hacen visibles, los parásitos hace tiempo que han desaparecido.

Dado que la Datura tolera una poda casi a ras de suelo, algunos jardineros aficionados tienden a someter a sus trompetas del juicio en otoño a esta cura radical antes de guarecerlas. Tal vez no la dañe, pero trae como consecuencia que al año siguiente tarda su tiempo hasta que la planta crece nuevamente. Lo más apropiado es efectuar una poda para darle forma, de modo que sólo se retiren los tallos demasiado largos, los débiles o los marchitos. El mejor momento es la primavera, pues hay que contar con la circunstancia de que algunos vastagos se secan en el alojamiento de invierno.

La Datura debería estar por norma genera! en la maceta más grande de que se disponga, puesto que cuanto más espacio tengan las raíces, más abundante será la floración. Por ello, precisamente con las trompetas del juicio, merece la pena el trasplantarlas en un cesto de plástico con grandes aberturas.

Aún dos consejos más: después del invierno, saque la Datura de la maceta y elimine con un cuchillo afilado una buena capa del cepellón. De esta forma, el espacio que ha quedado entre las raices y la pared del recipiente puede rellenarse nuevamente con tierra ya empaquetada o con una buena tierra de jardín provista de un par de puñados de raspadura de cuerno.
Si realiza al mismo tiempo una intensa poda, puede hundir los vastagos en la tierra y colocarlos en un lugar apropiado donde muy pronto se desarrollarán como plantas vigorosas, floreciendo incluso el mismo verano; luego, evidentemente, hay que guardarlas para que no sean víctimas de las heladas.

En la multiplicación por esquejes de la trompeta del juicio es indiferente elegir las puntas de los vastagos o fragmentos de la pane central del tronco. Lo único que importa es que la parte inferior del punto de corte quede enterrado en el suelo. La multiplicación por esquejes es posible durante todo el año, incluso en invierno; en tal caso y si las circunstancias lo permiten, sólo hay que esperar varias semanas hasta que se formen las raíces. Esto vale también cuando el esqueje se coloca sencillamente en un vaso con agua. Al trasplantarlo hay que manejarlo con cuidado, ya que las «raíces del agua» (las blancas) son extraordinariamente quebradizas.

Emplazamiento: soleado, mejor un poco a la sombra.
Riego: muy abundante, el suelo nunca debería estar seco; en verano se tiene que echar mano varias veces de la regadera; la calidad del agua no tiene importancia.
Abono: cada semana con un abono integral líquido: hay que verter también granulado azul en el sustrato y luego regar intensamente.
Alojamiento invernal: a ser posible en un lugar fresco, entre los 4 y 3 2 °C, luminoso u oscuro.
Multiplicación: por esquejes, simple.

Árbol de los tomates

Estas solanáceas de América del Sur impresionan sobre todo por sus hojas inusuales en forma de corazón, oblongas y grandes; a esto hay que añadir sus frutos, semejantes a huevos de gallina de hasta 8 cm de largo, ovalados, y de rojo amarillento o rojo púrpura que cuelgan de los vastagos. La pulpa del fruto liberada de la cascara gruesa e incomestible tiene un sabor agridulce y desabrido que recuerda a los tomates. La Cyphomandra requiere los mismos cuidados que la Datura y otras solanáceas.

Emplazamiento: soleado hasta semiumbrío.
Riego: todo el verano, abundante.
Abono: hasta agosto, cada semana.
Alojamiento invernal: luminoso u oscuro, entre los 4 y 12 °C.
Multiplicación: por esquejes de punta en la primavera y el verano.

martes, 17 de febrero de 2009

Paraguas

Esta herbácea apenas presenta dificultades, pues en realidad sólo necesita que la tierra del tiesto esté siempre mojada. El C alternifolins puede pasar todo el verano con su tiesto en el estanque del jardín, de no ser así, lo más conveniente es que siempre haya agua en el platillo o en un macetero. C. gracilis, el paraguas enano, de unos 30 cm es normalmente más pequeña que la especie antes citada, alcanzando 1 m de altura o más. El C albostriatm posee hojas estrechas en forma de copete y, contrariamente a los demás Cyperus, no tolera el encharcamiento, aunque debe regarse siempre en abundancia. Esta es la más sensible al aire libre. C. papyrtu, el papiro, aventaja claramente en tamaño y belleza a las otras especies. Sus delgados tallos triangulares y sin hojas alcanzan hasta 3 m de altura y culminan en un copete filiforme cuyas hojas alcanzan unos 30 cm. La planta es sensible al viento y debería acomodarse en lugares protegidos. Como planta de pantano precisa una gran cantidad de agua, por ello el estanque del jardín es un buen alojamiento para estos ejemplares exóticos.
Suponiendo que se rompan o se afeen las hojas, se cortan, ya que rápidamente son sustituidas por otras, siempre que se cuide bien la planta.

Emplazamiento: soleado hasta semiumbrío y cálido.
Riego: muy abundante; aparte del C. albastriatus, todas las variedades de Cyperus pueden mantenerse directamente en el agua.
Abono: si se añade al agua un poco de abono de flores una vez a la semana durante todo el verano, se acentúa el crecimiento, pero no es necesario mantener este ritmo: en el estanque del jardín el abono se pierde por completo.
Alojamiento invernal: directamente en una ventana muy luminosa; también acepta el calor de la vivienda, aunque es mejor un lugar ligeramente fresco y luminoso, pero no por debajo de los 10 °C. Si se mantiene al exterior, a la salida del invierno se cortarán todas las hojas estropeadas. Conviene evitar las heladas.
Multiplicación: por partición o corte de los copetes de la hoja con un trozo del tallo, que se hunde en arena húmeda hasta que echa raíces, o se deja sumergido en agua. El C papyrus sólo por semillas o partición, la multiplicación por copetes de hoja no es posible.

Sagú del Japón

De la Cycas originaria de los trópicos puede decirse con razón que se trata de una de las plantas más viejas del mundo. Hay pruebas de que existía hace más de 130 millones de años y de que ya entonces desarrolló innumerables especies que se extendieron por todas partes.
Entre las especies que hoy existen, la C. revoluta, procedente de Asia oriental, es la más robusta. Tolera algunos grados bajo cero y se encuentra en el exterior, en jardines próximos al área mediterránea. Su cultivo en maceta no es demasiado difícil, pero el precio de esta planta de hoja de cre-cimiento lento es elevado en el mercado. Las refinadas hojas plúmeas y verde oscuro pueden alcanzar en ejemplares añosos 2 m de longitud y el tronco, 3 m de altura. Con el riego y el abono habría que ser comedido para no malograr esta planta poco habitual y tan decorativa en el exterior. El sagú debería colocarse en un lugar protegido y aireado de la terraza, preferentemente semisom-breado. Ocasionalmente, las cochinillas pueden traer problemas, y también el ataque de unos hongos patógenos que provocan amarillez en las hojas nuevas.

Emplazamiento: semiumbrío hasta sombrío.
Riego: en verano, procurarte una ligera humedad; en invierno regar con más cautela aún.
Abono: en verano, sólo una vez al mes con estiércol seco disuelto en el agua, o con abono de flores a media concentración,
Alojamiento invernal: luminoso, a unos 15 °C, pero no inferior a los 10 °C.
Multiplicación: por semillas que también pueden proporcionar empresas especializadas en semillas exóticas; difícil.

domingo, 15 de febrero de 2009

Ciprés de California

La denominación! «ciprés de interior» que el mercado de plantas ha otorgado al C. macrocarpa 'Goldcrest' es desconcertante, ya que esta conifera sólo es relativamente apropiada para ser cultivada en la vivienda. Su rápido crecimiento es un inconveniente: un lugar en el exterior es la mejor solución. En la maceta, el ciprés se conserva algunos años. Una parejita —uno a la derecha y otro a la izquierda colocados a ambos lados de la puerta de la calle o en la entrada de la terraza— como si fueran «guardas» puede quedar realmente bien, aun cuando sea algo inusual. No obstante, esta ensambladura amarilloverdosa y el crecimiento piramidal garantizan un efecto óptico interesante.

Después de algún tiempo, desgraciadamente, las coniferas crecen tanto que no les basta un recipiente espacioso y hay que plantarlas en el suelo, siempre en un lugar libre de fuertes heladas.

Emplazamiento: semiumbrío hasta sombrío, no a pleno sol.
Siego: mantener siempre húmedo, evitando los encharcamientos.
Abono: sobre todo los grandes ejemplares con poco espacio para las raíces, cada semana hasta septiembre.
Alojamiento invernal: luminoso, entre los 5 y 15 °C, preferentemente.
Multiplicación: es posible por esquejes de punta en verano, pero es cuestión de suerte. Por semillas, se puede reproducir la especie tipo, con un cierto éxito; no así la variedad.

Coroquia

El nombre popular describe con mucho acierto esta planta de la fomilia de las saxifragáceas que alcanza los 3 m de altura como máximo, originaria de Nueva Zelanda. No son sus pequeñas flores estrelladas y amarillas, que brotan en primavera, las que ilustran sus rasgos, sino las ramas desordenadas y aparentemente caóticas que crecen entrelazadas y provistas de una corteza oscura. Es una variedad única, que llama especialmente la atención por las diminutas hojas que dejan entrever esta maraña. De ahí que se recomiende con razón la Corokia para revestir un muro claro, iluminándolo desde abajo por la noche con un foco. Dado que la coroquia tolera algunos grados bajo cero, puede recogerse relativamente tarde.

Emplazamiento: soleado hasta semiumbrío.
Riego: sólo moderadamente; no obstante, no dejar que se seque.
Abono: de la primavera hasta finales del verano, cada dos semanas.
Alojamiento invernal: luminoso, entre los 5 v 12 °C.
Multiplicación: sin problemas por esquejes de punta.

viernes, 13 de febrero de 2009

Cordiline

El estrecho parentesco del cordiline (C. australis) con la dracena es claro en la metodología botánica que antaño la situaba entre las Dracaena. De hecho, ambas especies tienen un aspecto muy parecido. La persona que desee distinguirla con exactitud, debe examinar las raíces que, en el caso del cordiline son blancas y gruesas, mientras que las de la dracena son delgadas y de color anaranjado. Y por último viene a propósito, como veremos, una tercera agavácea apreciada como planta para maceta por el porte y su largo tronco: la yuca.

La perenne C. australis, que se extiende en la base de la mitad del vastago en forma de maza, es fácil de distinguir de la especie C. fruticosa (antes C. terminalis), ya que ésta es una planta ornamental de interior que tiene unas hojas con un interesante dibujo. La C. australis crece con un solo vastago hasta alcanzar 12 m de altura y se ramifica únicamente después de la floración, que se presenta como racimos duraderos y que es muy similar a nuestra Yucca de jardín. Sólo cabe esperar esta flor en ejemplares añosos y no debería ser el único motivo para comprar una planta de este tipo. De hecho, es mucho más espectacular el copete de follaje que se forma al final del tallo con hojas estrechas de hasta 1 m de largo, que cuelgan ligeramente hacia abajo.

Se recomienda albergar el cordiline preferentemente en un lugar luminoso y fresco, procurando asimismo que la planta no esté completamente seca. Esto vale sobre todo para las variedades de follaje multicolor que raramente se encuentran en el mercado.

Emplazamiento: soleado y cálido.
Riego: mantener siempre húmeda por igual.
Abono: sólo moderadamente, después del periodo invernal es más importante.
Alojamiento invernal: luminoso y fresco, entre los 2 y 10°C.
Multiplicación: por semillas con un periodo de germinación de varios meses en ocasiones; los descendientes de variedades puras que presentan el colorido típico de la planta madre se obtienen sólo por esquejes de punta.

Flor de gloría

Este semiarbusto con exóticas flores rojo escarlata que recuerdan las pinzas de un cangrejo es oriundo de Nueva Zelanda y puede alcanzar incluso en maceta de 2 a 3 m de altura. Las papilioná-ceas perennes no son muy exigentes en cuanto a cuidados, únicamente hay que procurar tratarlas siempre de la misma manera, evitando cambios de emplazamiento durante el periodo invernal, así como alteraciones en el procedimiento de riego, Las semillas del C. speáosus se ofrecen con el nombre de «guisantes del desierto». Presumiblemente, se trata de la especie C.jbrmosus, también conocida popularmente como «cabeza del demonio». En Australia, su lugar de origen, crece en forma de arbusto o planta vivaz.

Emplazamiento: soleado.
Riego: mantener toda la planta con bastante humedad.
Abono: en verano, cada semana.
Alojamiento invernal: luminoso, entre los 4 y 8 °C.
Multiplicación: por semillas.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Cleyera

En las plantas de maceta, la familia de las teáceas esta representada —junto a la camelia— por la especie Cleyera, de la cual sólo se cuenta con la C. japónica 'Tricolor' como variedad apta para et cultivo. Los bordes de sus hojas perennes son irregularmente amarillas, de forma que el verde provoca et efecto de un jaspeado. Difícilmente se puede esperar una floración, pero de rodas formas se trata de una planta ornamental de hoja muy atractiva que tanto puede embellecer un lugar semiumbrío en la terraza como una repisa de la ventana en la sala. Este pequeño arbusto de lento crecimiento, originario de Asia oriental, no es muy exigente y es fácil de cuidar.

Emplazamiento: semiumbrío hasta umbrío.
Riego: mantener uniformemente húmedo; el cepellón no debe presentar síntomas de sequía: emplear únicamente agua pobre en cal.
Abono: hasta agosto, cada dos semanas, con abono de flores ligeramente concentrado, o con abo-' no de azalea.
Alojamiento invernal: luminoso, entre los 10y 12 °C.
Multiplicación: por esquejes no muy maduros.

Naranjos y limoneros

Ciertamente es curioso que esta rutácea procedente de Asia goce de tanta estimación entre ios aficionados al cultivo de plantas de maceta, ya que su cuidado no es sencillo; en codo caso, los principiantes tienen que contar casi siempre con regresiones. Así ocurre al menos con los C. limtm —el limonero— y el C sinensis—el naranjo—, árboles de un tamaño considerable cuando son adultos que son apropiados para el cultivo en maceta, como se ha podido comprobar suficientemente por los naranjales reales, pero que para el profano presentan una serie de dificultades si no dispone de las condiciones necesarias para su cultivo. El mis fácil de mantener como frutal y como árbol joven florido es el híbrido x Citrofortimeüa mitis (el naranjo enano), que en los centros de jardinería se considera como un producto estándar.

La mayor parte de los fracasos en su cultivo obedece a errores de riego. Por un lado, las plantas no deben quedarse secas durante el verano, y por otro, ei encharcamiento deriva en el amarilleo de las hojas o en la pérdida de las mismas. Es importante que el suelo del recipiente contenga una buena capa de gravilla gruesa o guijarros de arcilla para el drenaje. La tierra tiene que ser consistente pero no compacta. Los preparados de tierra deben mezclarse con tierra de jardín tamizada y pobre en cal, a ser posible, ya que los limoneros son sensibles a esta sustancia. Por la misma razón hay que emplear para el riego sólo agua blanda, es decir, pobre en cal, procedente de una pila provista de un saquito con turba o de agua de lluvia. Para evitar el encharcamiento, se deja secar la capa de la superficie antes de volver a regar, siguiendo la acertada máxima según la cual menos es más. Respecto a la dosis semanal de nutrientes, basta con un abono líquido, aunque es mejor estiércol seco apto para ser disuelto con agua.

Hay que prestar una atención especial al riego durante e] invierno, cuando las plantas se colocan en un lugar luminoso y fresco, pues en ese momento el encharcamiento puede ser mortal; en tales circunstancias, estas especies perennes suelen perder su follaje, con la consecuencia de que apenas hay absorción, de ahí que necesiten muy poca agua. Ahora bien, la tierra debería estar suficientemente húmeda para que las raíces no se sequen. Sólo después del periodo invernal, o sea, cuando nacen los nuevos brotes, a principios de mayo, se puede ser un poco más generoso en el riego. Ese es también el momento de realizar una poda de rebaje para estimular el crecimiento tupido del arbolito.

Se multiplica por esquejes que, por lo demás, necesitan mucho tiempo para formar raíces, y no hay garantías de éxito.

El método de multiplicación habitual por injerto requiere algunos conocimientos y unas púas adecuadas para injertos. El cultivo de las semillas de los frutos casi siempre funciona bastante bien, aunque no se puede prever en absoluto si cabe esperar flores y frutos.

Emplazamiento: todo el verano, soleado y cálido a ser posible.
Riego: durante la etapa de crecimiento, mantener uniformemente húmedo con agua pobre en cal; es preferible regar menos que demasiado.
Abono: hasta agosto, cada semana con un abono rico en nitrógeno, o bien estiércol seco diluido
en agua.
Alojamiento invernal: luminoso, entre los 4 y 8 PC y mucho aire fresco.
Multiplicación: por esquejes, a menudo requiere mucho tiempo

lunes, 9 de febrero de 2009

Jara

La pequeña familia de las cistáceas es oriunda de la Europa mediterránea y del norte de África. Se trata de arbustos perennes de hasta 2 m de altura, ricos en flores de colores blanco, rosa o rojo. Las flores individuales no son muy duraderas pero se renuevan continuamente, de manera que la floración no se interrumpe desde el principio hasta finales del verano. Esto sin duda sólo ocurre así cuando las plantas están a pleno sol, con riego y abono abundante. Es conveniente hacer una poda de rebaje de vez en cuando.

Plantada en el suelo del jardín, el Cistus puede dejarse sin miedo durante el invierno: sólo hay que regarla con moderación y abonarla poco o nada. Entre los parásitos que pueden deslucir la alegría de las jaras se cuentan sobre todo la mosca blanca, que succiona los jóvenes vastagos.

Emplazamiento: completamente soleado, cálido y protegido.
Riego: abundantemente todo el emplazamiento
Abono: cada semana.
Alojamiento invernal: luminoso y ventilado, entre los 5 y 10 °C
Multiplicación: lo más fácil es por semillas, en caso de que se puedan adquirir; de lo contrario por esquejes.

Margarita de verano

Las opiniones sobre esta asterácea de las Islas Canarias como planta de maceta con capacidad para invernar en lugares con heladas están muy divididas. Algunas autores recomiendan cultivar el C. frutescens anualmente y comprar nuevos ejemplares cada primavera. En nuestros climas del litoral, es una rigorosa planta que vive en el exterior durante todo el año.

Asimismo debe regarse con extrema cautela, pero sin dejar que el sustrato se seque. Los entendidos que disponen de lugares idóneos y de experiencia con respecto al abastecimiento de agua durante el invierno, afrontan estas reservas sin reparos y tratan sus plantas con relativa rudeza, en la medida en que toman las tijeras en el otoño, y cortan a diestro y siniestro. Un método que no vamos a recomendar necesariamente aquí.

Aunque el C. frutescens debe estar en un lugar soleado, la floración es más rica en periodos estivales no demasiado calurosos y cuando los días se acortan, trayendo consigo más fresco y ante todo humedad ambiental. Para asegurar ía floración, es absolutamente necesario cortar con las tijeras las cabezas de las flores secas o desmocharlas. Junto a la conocida variedad de flor blanca hay también margaritas de verano amarillas (especie Euryops) que son poco sensibles al frío y sobreviven en el exterior con inviernos suaves. No hay que asombrarse de las diferentes variedades de follaje de las plantas, ya que en el cultivo de las margaritas de verano probablemente intervienen varias especies canarias.

Cultivadas como plantas de tronquito alto, las margaritas de verano resultan especialmente atractivas y por ello son muy apreciadas. Dado que en el mercado son bastante caras, cabe la posibilidad de criarlas uno mismo. El procedimiento es realmente fácil y se describe en el capítulo «La poda y el cambio de maceta». Para ello, sólo se requiere una planta joven y sana, y un poco de paciencia. Si se cuidan correctamente, pasado algún tiempo, se forman «bolas de flores» perfectas en los extremos del tronco, muy decorativas.

Emplazamiento: soleado.
Riego: en verano muy abundantemente, no dejar que se seque.
Abono: hasta septiembre, cada semana.
Alojamiento invernal: entre los 4 y 8 aC y ante todo mucha luz por los laterales.
Multiplicación: a principios de año por cabezas de esquejes de las plantas madres que han logrado sobrevivir al invierno; se deben cortar ¡as plantas jóvenes varias veces para obtener un crecimiento tupido.

sábado, 7 de febrero de 2009

Galán de día y galán de noche

En el mercado se ofrecen generalmente dos especies de esta solanácea: el C. aurantiacum con racimos de flores en umbela, de colores anaranjados y el C. elegans con flores rojo púrpura que antaño se denominaba Cestrum purpureum, si bien en muchos jardines mediterráneos se ha empleado el C. parqui, de flores amarillentas no muy vistosas. Son arbustos perennes de 1 a 2 m de altura que, como la Datura, abren sus flores a intervalos durante todo el verano. Al igual que las trompetas del juicio, requieren abono una vez a la semana durante todo el verano hasta agosto-septiembre y abundante humedad.

De modo análogo a la Datura, los galanes se desarrollan mejor si se colocan en un cesto de plástico y se plantan en el jardín en primavera. Si en el invierno se alojan en un lugar fresco y luminoso, conservan el follaje, suponiendo que las plantas se sigan regando ligeramente. Cuando sólo se dispone de un lugar fresco y oscuro al guarecerlas se poda intensamente, como siempre en estos casos; hay que mantener el suelo sólo un poco húmedo. En zonas sin heladas, pueden vivir en el jardín durante rodo el año.

Emplazamiento: soleado.
Riego: todo el verano en abundancia.
Abono: hasta agosto, cada semana.
Alojamiento invernal: preferentemente entre los 4 y 10 °C; después de la poda, regar poco si está en un lugar oscuro y fresco.
Multiplicación: por esquejes herbáceos en la primavera.

Algarrobo

Esta leguminosa perenne originaria de la zona mediterránea llama la atención por su follaje verde oscuro y resistente: ni siquiera la sequía o el calor merma en absoluto su frescura. Cabe resaltar igualmente su fuerte ramificación. Las flores son poco vistosas y sus grandes frutos leguminosos, comestibles.

Es posible que este arbusto tolere la poda, pero no habría que ser demasiado riguroso con las tijeras para mantener su aspecto. Hay que ser comedido con el agua y el abono. Una habitación de la vivienda luminosa y fresca o incluso cálida puede servir como alojamiento invernal en lugares verdaderamente fríos.

Emplazamiento: soleado hasta semiurnbrío.
Riego: sólo ocasionalmente, la sequía pasajera no lo daña.
Abono: una vez al mes o menos.
Alojamiento invernal: luminoso entre los 2 y 10 °C, si hay mucha luz, también más caldeado.
Multiplicación: por semillas que se siembran en número suficiente con una elevada temperatura
del suelo.

jueves, 5 de febrero de 2009

Pino australiano

Extendido principalmente en Australia y Asia oriental, este árbol alcanza allí hasta 30 m de altura; es una de las pocas plantas para maceta que no llaman la atención por sus flores o su follaje, sino por su extraño aspecto. Dado que sus hojas demasiado cortas y puntiagudas involucionan en escamas, el árbol se parece a una conifera y las pequeñas ramas se asemejan en su disposición al equiseto. Las flores son insignificantes.

Lo más impresionante ante todo es el aguante de esta planta, que tolera la sal y el viento, y que crece bien incluso en los suelos más pobres. El alojamiento invernal más adecuado es un lugar luminoso entre los 5 y 10 °C, asimismo requiere un sitio luminoso a ser posible. Además, no sólo tolera la poda, sino que es necesaria debido a su rápido desarrollo.

Emplazamiento: desde completamente soleado hasta semiumbrío.
Riego: sólo ocasionalmente; tolera una sequía pasajera.
Abono: no muy exigente. Agradece un abonado equilibrado durante los periodos de crecimiento
Alojamiento invernal: luminoso, entre los 5 y 10 °C o más, si bien en los jardines mediterráneos es muy común en el exterior.
Multiplicación: por esquejes o semillas.

Casia

Como especie de cuidado más simple y menos complicada, se ofrece la S. corymbosa, cuya variedad piurijuga (a menudo denominada también S. floribunda es la más atractiva. En Argentina, su lugar de origen, esta papilionácea alcanza de I a 3 m de altura, con ramos de flores amarillas en umbela que se forman en el extremo del vastago. Este arbusto resulta especialmente atractivo como tronquito alto.

Tras una poda de rebaje antes de guarecerlo, puede pasar el invierno en un lugar fresco y oscuro. La planta debe mantenerse bastante seca. La S. didymobatrya, el arbusto de cera del África tropical, con sus ramas de flores amarillas y erguidas de hasta 30 cm de largo es sin duda la especie más bonita, si bien algo más difícil de cuidar. Su alojamiento invernal debe ser luminoso y mantenerse a unos 10 °C.

Ambos arbustos florecen durante todo el verano, hasta bien entrado el otoño y se desarrollan mejor si están plenamente al sol; deben fertilizarse cada semana y recibir agua constantemente, de forma que la tierra nunca se seque.

Emplazamiento: completamente soleado.
Riego: en verano, mantener bien húmedo.
Abono: cada semana.
Alojamiento invernal: la 5". corymbosa en un lugar oscuro, entre los 2 y 5 °C; la S. didymobotrya, al revés: luminoso, a unos 10 °C.
Multiplicación: por esquejes no muy cortos.

martes, 3 de febrero de 2009

Cañacoro, Caña de las Indias

Esta única especie de la familia de las cannaceas se encuentra hoy en muchos jardines, igual que las dalias; con frecuencia se plantan en recintos públicos y parques, formando grandes parterres y macizos floridos. Los tallos de la flor, bajos, de media ai-tura, o altos, oscilan entre 30 y 200 cm y el follaje es verde hasta azulado o de color bronce. Las flores de la Canna son blancas, amarillas, o naranjas; incluso rojo muy oscuro; también pueden ser jaspeadas. Para el cultivo en maceta son apropiadas sobre todo las variedades enanas como 'Principe carnaval', con flores amarillas y moteadas en rojo, o 'Lucifer' con flores de un rojo luminoso y tépalos amarillos alrededor de la corola. Las variedades 'Puck' (amarilla) y 'Alberich' (rojo salmón) también se incluyen en esta categoría.

Todas las Canna gustan de un lugar completamente soleado y durante el verano requieren abundante agua y abono. Las flores marchitas hay que retirarlas enseguida para que no se interrumpa la floración. Los rizomas bulbosos no son excesivamente sensibles al frío, aunque no resisten las heladas, por eso, las raíces pueden enterrarse en turba seca o arena hasta que las primeras heladas empiecen a hacer mella en el follaje. Los vastagos desnudos se cortan aproximadamente un palmo por encima del rizoma, que después de la pausa invernal se trasplanta en tierra fresca. La Canna puede dejarse en el exterior alL' donde los inviernos no sean demasiado fríos, protegiéndola con ramas de pino o cubriendo el follaje, aunque no hay que descartar el peligro de que se pudra el rizoma por la lluvia o la escarcha.

Emplazamiento: completamente soleado.
Riego: todo el verano, abundante.
Abono: cada semana con un abono completo.
Alojamiento invernal: el rizoma al abrigo de las heladas hundido en arena o turba seca.
Multiplicación: por división del rizoma a principios de año.

Camelia

Es difícil calcular cuántas variedades de esta planta teácea hay en el mundo, aunque los expertos dicen que más de 10.000. Las flores blancas, rosas, rojas o multicolores pueden ser simples, semidobtes o dobles y de 5 a 16 cm de tamaño. Hace algún tiempo, cuando se descubrió en China una camelia amarilla, el acontecimiento cayó como una bomba en los círculos especializados: la C. cbtysantba, cuya flor tiene 3 cm de diámetro, flores simples, de color amarillo yema y un cáliz anaranjado.

En América, se están haciendo esfuerzos por multiplicar la especie silvestre mediante el cultivo de tejidos. Pero hasta que la planta salga al mercado deberán pasar algunos años de pruebas todavía. Para los jardineros aficionados son significativas sobre todo sus descendientes y los cultivos de la C. japónica^ seguida de los híbridos «Williamsii». Las demás variedades de híbridos y las especies puras, con sus correspondientes instalaciones para su cultivo sólo están al alcance del experto y apenas se encuentran en las floristerías.

He aquí algunas variedades de la C. japónica ordenadas por colores:

Blanca:
  • 'Eíegans Champagne', irregularmente doble
  • Timbriata Alba', doble, una variedad muy antigua
  • 'Marterhorn', doble
  • 'Noblissima', irregularmente doble, una variedad muy antigua
  • 'Silver Waves', semidoble, de gran floración
  • 'Yukumi Guruma', simple, una variedad muy antigua
Rosa:
  • 'Cheryll Lynn', doble, de gran floración
  • 'Chandleri Eíegans', simple, variedad antigua
  • 'Frau Minna SeideT, doble, variedad muy antigua
  • 'Gloire de Nantes', semidoble, variedad antigua
  • 'Hagoromo', semidoble, variedad muy antigua
  • 'Hawaíi', irregularmente doble
  • 'Nuccio's Carneo', completamente doble
Roja:
  • 'Alexander Hunter', simple
  • 'Apollo', semidoble, variedad antigua
  • lBob Hope', semidoble
  • 'Eximea', completamente doble
  • 'Gñilio Nuccio', semidoble
  • 'Lady Campbell', irregularmente doble, antigua variedad
  • 'Mathotiana', completamente doble, antigua variedad
  • 'Rubra', simple, antigua variedad
  • 'Scarlet Glorv', semidoble
Multicolor:
  • 'Can Can', rosa claro, jaspeado, irregularmente doble
  • 'Daikagura', rosa claro, con manchas blancas, semidoble, antigua variedad
  • 'Einmet Pringad1, rojo-blanco, con manchas irregulares, simple
  • 'Tricolor', rojo-blanco estriado con estambres amarillos, semidoble
Híbridos «Williamsii»:
  • 'Ballet Quenn', rosa salmón, irregularmente doble
  • 'Boven Bryant', rosa oscuro, semidoble
  • 'Debbie rojo malva, irregularmente doble
  • 'Donation', rosa con una nervadura más oscura, semidoble
  • 'Fredomm Bell', rojo claro, simple
  • 'Goklen Sprangies', rosa, simple
  • 'Water Lily', rosa claro, completamente doble
No se dice sin razón que las camelias son difíciles de contentar. Pero esto no significa que un intento de cultivarlas en maceta esté condenado de antemano al fracaso; sólo hay que tener en cuenta algunas particularidades. Las camelias necesitan una humedad ambiental relativamente alta; por debajo de un 60% es crítico, porque se secan los brotes y se caen. La humedad —y no ios frecuentes cambios de emplazamiento— es la verdadera causa del «mal comportamiento» de las camelias. Las plantas recién compradas no deben colocarse directamente a pleno sol, sino en un lugar sombreado y muy húmedo. Más tarde toleran temperaturas entre los 16 y 20 °C con una humedad ambiental de un 60 % o superior. Una frecuente pulverización o riego de las hojas con agua blanda y templada es siempre muy recomendable. El agua calcárea es, a la larga, mortal.

Después de la floración, que se prolonga desde el otoño tardío hasta la primavera, las plantas necesitan más luz, aunque no deben exponerse al intenso sol del mediodía. A partir de la aparición del brote hay que abastecerlas de nutrientes con la mitad de una dosis de abono de flores o de azalea. Siempre es mejor menos que demasiado. Tan pronto las heladas dejen de ser una amenaza, las plantas se colocan en un lugar no muy luminoso al aire libre o se entierra el tiesto hasta el borde en el suelo. Si la habitación está demasiado caldeada, difícilmente florecerán. En ese caso, se vuelve a abonar y se procura que las raíces tengan una humedad moderada. A partir de finales de mayo (según variedades), con la aparición de los primeros brotes, se debería interrumpir el abono y limitar el riego. En septiembre u octubre se debe retirar parte de los numerosos brotes, una tarea de la que hasta ahora también se ocupa la camelia por sí misma, desprendiéndose de ellos.

Es importante que haya una elevada humedad ambiental en el momento en que las flores vayan a abrirse. La camelia en plena floración puede permanecer tranquilamente un cono espacio de tiempo en una sala caldeada. Si es necesario, se trasplanta después de la brotación de los vastagos, pero no más tarde de finales de junio. La poda sólo se recomienda en las plantas jóvenes para conseguir una mejor ramificación.
Habría que vigilar regularmente una posible aparición de ácaros.

Emplazamiento: en verano en un lugar umbrío al aire libre; en lugares muy fríos y para variedades muy sensibles puede resultar aconsejable cierta protección invernal.
Riego: con agua sin cal, mantener siempre moderadamente húmedo; con la aparición de los brotes reducir el riego, pero no suprimirlo.
Abono: desde que la planta empieza a brotar hasta que salen los botones de las flores durante la primavera, cada semana con media dosis de un abono nitrogenado. El apoyo con abonos férricos (quelato de hierro) resulta del todo recomendable a lo largo del año, particularmente si regamos con aguas de pH elevado o muy calcáreas, para evitar el amarilleamiento de las hojas que se conoce como clorosis férrica.
Alojamiento invernal: hasta que se abran las flores en un lugar fresco, entre los 2 y 8 °C; durante la floración entre los 15 y 18 °C; durante periodos cortos, también más cálido.
Multiplicación: por esquejes en verano con una temperatura del suelo de aproximadamente 25 ºC.

domingo, 1 de febrero de 2009

Limpiatubos

El nombre popular de esta mirtácea perenne obedece a los anillos cilindricos situados alrededor del vastago donde se disponen las inflorescencias que en las especies más frecuentes en el mercado, el C. átrinus y el Cailistemon speciosm, por norma general se tiften de rojo escarlata y excepcionalmente de amarillo. En la parte superior de este «cepillo de botella», el vastago sigue creciendo, de manera que, por decirlo asi, la inflorescencia «se desliza hacia abajo».
Este arbusto no es en absoluto exigente, si exceptuamos su sensibilidad a la cal, Por lo tanto, sólo debe ser abastecido con agua blanda y un abono ¡pálmente pobre en cal. Ante todo, habría que despuntar varias veces las plantas jóvenes para conseguir un crecimiento tupido y aumentar su floración. Dado que tolera heladas ligeras poco prolongadas, no es necesario apresurarse para guarecerlo en otoño. En lugares de clima mediterráneo templado pueden vivir al exterior durante todo el año.

Emplazamiento: completamente soleado y cálido.
Riego: en verano procurarle humedad uniforme, preservándolo de la sequía absoluta en el alojamiento invernal; emplear sólo agua pobre en cal.
Abono: hasta agosto, cada semana con un abono pobre en cal.
Alojamiento invernal: luminoso y fresco, entre los 5 y 10 °C.
Multiplicación: por semillas o esquejes de punta que casi siempre requieren algunas semanas hasta que forman raíces; es recomendable emplear una hormona de enraizamiento.

Brasilete

Procedente originariamente de América tropical, esta planta leguminosa se encuentra hoy en todos los países de clima tropical. El arbusto C. gillksii, posee unas hojas de 20 cm de largo doblemente divididas; sus flores amarillo oro, de 3 a 4 cm de largo, llaman la atención aún más por los estambres rojo escarlata que sobresalen a través del follaje en largos ramos de hasta 40 cm de longitud. La modestia de esta planta es difícilmente conciliable con su exuberante aspecto: su necesidad de agua y de nutrientes es verdaderamente asombrosa. Puede vivir al exterior excepto en los lugares donde las heladas sean frecuentes (resiste temperaturas no inferiores a los 3 °C bajo cero sin dañarse, en ejemplares adultos).

Otra especie apenas conocida en los lugares fríos es la C. palcherrima, especie que llega a convertirse en árbol con flores rojas, rojo anaranjadas y excep-cionalmente también amarillas, dispuestas en largos racimos que sobresalen por encima de la hojas. Ambas especies se pueden podar ligeramente ai final del invierno, para estimular la aparición de nuevas flores.

Emplazamiento: completamente soleado y cálido, preferentemente ante una pared orientada al sur.
Riego: mantener siempre ligeramente húmedo.
Abono: sólo es necesario cada dos semanas.
Alojamiento invernal: fresco, enrre los 2 y 6 °C, y oscuro; muy ligeramente húmeda, la planta debería albergarse en un alojamiento invernal a ser posible seco en lugares donde hiele.
Multiplicación: por semillas o esquejes.